Enamorada de Yilan

Ayer regresé de mis primeras “vacaciones” en Taiwán, o mejor dicho, un paseo familiar.
Para los que no saben, Yilan, es un lugar, jaja. Y déjenme decirles que con ver Yilan me bastó para enamorarme de Taiwán. ¡Es hermoso! No lo podía creer. Todo es verde. Incluso cuando íbamos en camino, de un lado de la carretera todo estaba lleno de árboles, muy, muy bonito. Me encantó.
Visitamos muchos lugares, no podía creer todo lo que hicimos en un solo día.
El primer día, fuimos a un centro nacional de las tradiciones, o algo así, y estaba muy bonito.
Hay muchas ocarinas. Me tocó ver varios dulces típicos y entramos a muchas tienditas. ¡Acá también hay trompos! Jaja, me sorprendí cuando los vi… Y en una de las tiendas ¡por fin hablé español! Con una señora que había estado 10 años en Ecuador y a pesar de tener un acento extraño, sí nos pudimos comunicar, fui muy feliz.
Desde ese centro vi a lo lejos paisajes muy bonitos y me preguntaba por qué no íbamos para allá en lugar de estar en las tiendas, y al día siguiente comprendí… Pero sigamos con el mismo día. Ok, de ahí nos fuimos a un festival por el día de San Valentín, me supongo, porque había unos corazones gigantes (acá el día de San Valentín es el 23 de agosto); íbamos a ver los cohetes, pero la lluvia nos retrasó mucho, y llegamos justo a tiempo, después ya no hubo nada y nos tuvimos que regresar.
Lleguamos al hotel y estaba mueeerta, pero no me sentía en la libertad de dormirme; nos bañamos todos y en eso, cuando moría por dormir… ¡Llegó visita! Y yo me puse a jugar UNO con mis hermanos. Perdí todas las veces, jaja y ya en la última partida, mi hermana me dijo que si estaba cansada y cuando por fin dije que sí, ¡a dormir!
Al día siguiente nos levantamos temprano, fuimos a desayunar y de ahí a empezar un paseo en bicicleta. No lo podía creer. ¡Tenía la vista más hermosa! Después me di cuenta que era lo que se veía desde el centro que visitamos el día anterior. Todo era perfecto; el clima, el panorama con agua, árboles, plantas; la tranquilidad, el silencio. TODO. Me encantó. Tomamos muchas fotos, y nos regresamos. No me pude haber sentido más feliz en esos momentos, ahí fue cuando me di cuenta de que Asia y Taiwán fueron la mejor decisión que pude haber tomado. Nací para vivir en Taiwán. Estoy muy feliz de esta decisión que tomé, a pesar de que me a ratos me arrepentía un poco. Ahora veo que era una naca del mal y qué bueno que elegí Taiwán.
Después del paseo, nos metimos a bañar (hace un calor tremendo y húmedo) y de ahí creo que nos fuimos a un mercado, compramos comida y de ahí al restaurante (llevamos comida al restaurante y aparte se pidió más).
Si de algo estoy segura es de que regresaré convertida en toda una master en andar en bici, usar los palillos y comer mariscos.
De ahí nos fuimos a un museo que me pareció la equivalencia al Museo de Antropología en el DF, y su estructura es la cosa más loca y curada del mundo. De ahí nos regresamos a casa y paramos en distintos miradores. Ah, y en una de las paradas fuimos a una nevería muy famosa y probé la nieve de cacahuate, y de frijol. Sí, ¡de frijol!
Me dormí todo el camino de regreso (como una hora o dos).
Qué buen viaje. Qué buen inicio.
Me encanta Taiwán.

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2 responses to “Enamorada de Yilan”

  1. Unknown Avatar

    Traeme una ocarina! 🙂

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  2. Sara Jiménez Avatar

    Nel.Jaja, no te creas. Ok c:

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