A pesar de que no me ha costado adaptarme a este ambiente tan en ocasiones poco parecido al mío, no puedo evitar notar las enormes diferencias… O mejor dicho, cosas que me han sorprendido un poco más.

Bueno, empecemos por lo básico: 

Quitarse los zapatos. Eso de quitarse los zapatos antes de entrar a la casa, es muy cómodo y se ensucia menos. Pero más que causarme sorpresa, me gusta.

Los “modales”…  

Ahora entiendo lo de “chino cochino”, pero no es que sean cochinos, sino que es parte de su cultura, cosas que no son bien vistas en nuestra sociedad pero que aquí son de lo más común. Por ejemplo: eructar. Sí, aquí eructan sin pena y disculpa. Puedes estar comiendo o caminando por la calle, y es de lo más normal que alguien lo haga y ni siquiera lo voltean a ver. Es de lo que más me ha sorprendido. Espero no adoptar eso, porque no me gusta mucho, jaja. Otra cosa que he notado, es que hablan con la boca llena, pero no sé si lo hacen estando en confianza, así como uno que de repente dice cosillas con comida en la boca, o simplemente no les moleste. También eso de a veces comer con la boca abierta me brinca un poco, ¡y para mis pulgas! Jaja. Si hay algo que nunca me ha gustado es eso  de masticar chicle con la boca abierta y oh, sorpresa, aquí lo hacen todo el tiempo. Ni modo, a adaptarse. 

El afecto…

Yo nunca fui una persona de SIEMPRE saludar de beso y/o abrazo, a veces por pena, por falta de costumbre o por la cantidad de gente, pero ahora, ¡créanme que lo extraño! Insisto, esto de que la gente no se abrace, me es muy raro, en especial siendo el koala que soy. A mí me encanta abrazar, jaja. 

Puede que también lo hagan por higiene (por cierto, hay mucha gente que sale con tapabocas). y lo entiendo, pero sólo darse un apretón de manos y A VEEECES, es demasiado, jaja.

Pero bueno, tener a Laura, la brasileña es de mucha ayuda, porque con ella sí me saludo “normal” y poco a poco espero pegarles un poco por acá eso de los abrazos; tan bonitos que son. 

Qué más… Qué más… 

Bueno, ahorita es todo lo que se me ocurre, esperen la segunda parte después… 

¡Bonita tarde!