Aquí reportándome después de varios días de ausencia.
Ha pasado muchísimo en estos días, anduve de vaga. Y de todo, cosas buenas y cosas malas.
Pero en este momento, tengo otro de esos ataques de felicidad que tanto me encantan, así que me sentí inspirada para escribir; espero no decepcionarlos, jaja.
Hm, ¿cómo será bueno empezar? Que sea por hoy.
Hoy tuve un día bastante entretenido en la escuela leyendo “El amor en los tiempos del cólera”, cada día se pone más y más bueno. Ahhhh, amo a García Márquez; me encanta cada detalle que te permite sentirte ahí, como si pertenecieras a la historia, incluso como un simple espectador, pero hasta puedes llegar a sentir lo mismo que los personajes… O por lo menos eso me pasa a mí y me encanta.
Después de la escuela, fui a un night market con Laura, Nicole y otras muchachas muy lindas, conocidas por parte de Nicole. Probé el equivalente a un raspado de mango (que el hielo es más finito y hasta parece nieve, pero no) y estaba súper rico.
Ayer no hice mucho, así que me lo saltaré.
Domingo:
Ah, el domingo fue el peor día de mi vida taiwanesa, jaja. Primero, mi cámara sufrió un accidente (no fue mi culpa), así que no fue bonito. Luego el resto del día, no lo pude disfrutar, pero no fue por eso, no estoy segura de por qué fue. Pero estaba bastante enojadilla, jaja.
Aunque estuve a las orillas del mar y no me di cuenta de cuánto lo extrañaba hasta ese momento. Ah, qué bonito es verlo todos los días. Ya será en un año.
Pero el lugar estaba bonito, eso que ni qué. Pero me engenté y casi provoco un accidente con la bici… Había demasiaaaada gente y no se podía andar bien. Creo que eso afectó mi humor, jaja.
Sábado:
¡Sanxia!
El sábado fuimos a casa de Nicole, porque su hermano iba a tener una “parrillada” (jaja, nunca había usado ese término, pero me causa un poco de gracia), pero nos fuimos a recorrer Sanxia un buen rato. Me encantó, nos la pasamos súper bien. Fuimos a “Sanxia’s old street” y me recordó al primer lugar que fui en Yilan. Y qué bárbaro, hasta las alcantarillas son bonitas, en serio, jaja.
Ah, cabe aclarar que era la primera vez que salíamos nosotras 3 solas y nos fue bastante bien, hasta pedimos nuestro primer bubble milk tea, solas. Oh, sí, jaja.
¡Que por cierto! Hoy llegué de la estación del metro a mi casa, yo solita sin perderme 😉 Es todo un logro, en especial a todos los que me conocen y saben lo súper bien orientada que soy, jaja.
Ya estando en su casa, tomé mi primera taza de café aquí y me supo a gloria. Estaba muy rico.
También comimos muchas cosas (pollo, fruta, pineapple cake, etc) y jugamos “Bullshit” o “patrañas”, no sé cómo lo conozcan. Consiste en ir bajando cartas siguiendo un orden, pero al mismo tiempo dices cuántas tienes, pero si alguien no te cree, dice “Bullshit/patrañas” y si estaba en lo correcto, te comes todas las cartas que estaban abajo y si tú dijiste la verdad, esa persona se las queda. Estuvo bastante entretenido y cerca de las 10:30pm, nos fuimos de su casa.
Qué buen día. Espero que se repita.
¡VIERNES!:
¡Fiesta mexicana!
La embajada de México organizó una fiesta y por supuesto que moría de ganas de ir, así que pedí permiso y junto con mi hermana y una amiga suya, nos aventuramos a Taipei (como a media hora en metro), al principio no dábamos con el lugar y cuando creíamos haberlo encontrado, nos mandaron por otra puerta, jaja, fue ahí cuando me di cuenta de que otros dos mexicanos nos seguían y no pude haberme sentido más feliz. Qué bonito es encontrarte con gente que al otro lado del mundo, es mucho más parecida a ti de lo que crees. Ah, cabe mencionar que iba vestida con un traje típico mexicano, por eso supieron reconocerme, jaja.
Al llegar al edificio, me les pegué, subimos y bien lindos me hicieron plática y ya estando en la reunión, yo no sabía que onda -y para mi sorpresa, sólo éramos 3 las vestidas con el traje típico- y la muchacha me dijo que si quería ir a dar una vuelta, acepté y fue así que vi a los otros intercambistas.
Para mi buena suerte, el traje de las meseras también era mexicano, así que ya se imaginarán la carrilla. Lo que ellos no saben es que el intercambio no se pagó solo… jajaja.
La fiesta de este año estuvo dedicada al estado de Yucatán y la comida estaba buenísima.
Yo comí tamales, ceviche, guacamole y cochinita pibil. Los 3 primeros me supieron a gloria, la cochinita pibil no me encantó, pero estaba buena.
En una de las pláticas, de la nada me pusieron un sombrero mexicano que traían y personas me empezaron a pedir fotos, me dio mucha risa, pero fue divertido.
Entre foto y foto, me topé con una orgullosamente chilanga, Belén, súper buena onda, que me empezó a sacar plática y a presentar a más mexicanos en Taiwán. Son un buen.
Se me hace muy curada. A lo mejor en unos años estaré en el lugar de ellos, haciendo la universidad aquí, quién sabe….
En resumidas cuentas, fue un fin de semana excelente y a pesar de unos cuantos altibajos, todo va excelente. Ya pienso en mi casa tijuanense sin sentir nostalgia, sólo digo “qué loco cuando vuelva”, jaja. Va a estar bueno este año. Que por cierto, ya cumplí un mes aquí, qué rápido se va el tiempo.
A aprovecharlo.
再見 <– sin copy-paste, wuuu
Leave a comment