Y después de tanta ausencia, lo prometido es deuda.
Debo confesar que tuve que recurrir a mi diario para poder acordarme mejor y así contarles, porque sí ha pasado un tiempo considerable.
Le trataré de dar un buen resumen, detallado y entretenido, pero puede que sólo una parte, porque mañana madrugo.
La semana pasada fue el cumpleaños de Confucio, que es respetadísimo por estos rumbos. Nunca fui la fan #1, pero después de informarme más, me agrada, me agrada.
Fue el 28 de septiembre, que también es el día del maestro aquí en Taiwán. Una maestra nos llevo a su templo y ahí pasamos la mañana. No pude haber sido más feliz ese día.
Los que me conocen, saben lo mucho que me encanta la lluvia y lo feliz que me hace, y pues, ese día, estaba nublado y de repente llovía, así que todo se veía triplemente hermoso, por lo menos a mis ojos. Para empezar, los templos son hermosamente detallados. Hay pequeños detalles por todos lados; en las columnas, en las paredes, en los techos… Sobre todo en el techo son muy coloridos. Ahora, imaginen todo eso con lluvia = felicidad instantánea para Sara.
También entramos a ver una mini película sobre Confucio y tuve mi segunda experiencia en 4D (digo segunda, porque creo que la primera fue en Disney hace mil años; no sé si cuente, pero por lo menos se parecen, jaja) y estuvo bien chistoso, porque de la nada estabas viendo la película y te echaban aire o sentías cosas en los pies; me gustó mucho, jaja.
Sí, esa mañana experimenté felicidad pura.
En la tarde cuando llegamos a la escuela, estaba llevándose a cabo una presentación de talentos, por lo que estuvo bastante entretenido. Después, en mi salón tuvimos “fiesta” para celebrar a los maestros y a los cumpleañeros de septiembre. Me la pasé muy bien, pero me tenía que ir temprano porque tenía cena con mi club Rotario.
La cena fue bien, aunque algo aburrida a momentos, porque no entendíamos chino, pero los intercambistas nos entretuvimos; por cierto, me da gusto saber que son muy alegres en mi club, porque en total eran 4 y estaban bailando y cantando en el escenario, muy chistoso.
La cena no acabó tan bien porque me hicieron enojar diciéndome que había algo mal con uno de mis papeles y me lo estaban diciendo un mes después. En ese momento sí me enojé mucho y me entró una nostalgia horrible o por lo menos sí unas ganas enormes de abrazar a mi mamá, pero después, analizándome un poco, caí en cuenta de que es parte de esto, el crecer, el resolver asuntos por mí misma, etc. Ah, qué chafa, no quiero crecer, jaja.
Mentira, sí, pero ah, cuánta responsabilidad…
El sábado tuvimos una clase de tai chi con abanicos y por primera vez salí con los intercambistas. Me la pasé bien, pero por falta de organización estuvo medio aburrido a ratos y en la tarde tuvimos BBQ en mi casa por motivo del Moon Festival o Mid-Autumn Festival. Laura, la intercambista de Brasil estuvo con nosotros y me la pasé muy, muy bien. Tengo una familia estilo Jiménez, lo cual me agrada mucho, pero claro, como mis Jiménez no hay dos 😉
Muero de sueño… Mañana iremos a Pingxi todos los intercambistas de mi distrito y creo que lanzaremos linternas, lo cual me hace muy feliz. Cumpliré mi sueño ¡dos veces!
Espero que nos divirtamos muchísimo.
Disculpen las inconveniencias y ya pronto estaré contándoles lo que me falta.
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