三個月在台灣 = 3 meses en Taiwán.

Bueno, mucho ha pasado desde mi última entrada, así que prepárense para un escrito bastante extenso.
Primero que nada, ya cumplí 3 meses aquí. Tiempo que me ha bastado para enamorarme de Taiwán y saber que no me quiero ir.
Hasta hace poco, aún no me terminaba de convencer de mi decisión, pero ahora, estoy más segura que nunca que fue lo mejor que pude haber hecho. Es un país hermoso, que a pesar de sus dificultades, me encanta; supongo que eso lo hace un poco más divertido, el hecho de que sea un reto por ser un país tan diferente.
Así es, por fin me di cuenta de lo que tengo y que no lo quiero perder y creo que irá aumentando conforme pasen los meses y se acerque el final de mi intercambio. ¡A disfrutar se ha dicho!
Y hablando de disfrutar, un ejemplo es mi día de ayer. Estos dos días, no tuve clases porque están en exámenes y yo no tengo a qué ir a la escuela, para mi buena fortuna, porque ni crean, eso de no hacer nada, ¡cansa! Jajaja, qué cínica. Pero ya, hablando en serio, sí hago cosas en la escuela; estudio chino, escribo en mi diario, socializo con taiwaneses, escucho chino muuuuchas horas, etc. Pero bueno, el tema es otro, retomemos el hilo de la historia. El jueves, es decir ayer, me levante tarde bien a gusto y platiqué con mi hermosa familia mexicana (bueno, algunos de ellos) y fui la más feliz, por cierto, porque he superado la nostalgia, es decir, sí hay momentos en que digo “ah, me gustaría ir aquí, me gustaría ir a tal parte, comer esto, ver a fulanita de tal”, etc. Pero sé que voy a volver y todo eso va a seguir ahí, esperándome, mientras que todo lo que tengo en Taiwán, no sé cuándo lo volveré a ver o a tener. He ahí el motivo de no querer regresar, jaja (además de temer el regreso a la escuela, ya que aquí estoy a gustooooooo). Ya, ya, a seguir con la historia, jaja.
Después de platicar un rato, tenía ganas de salir, así que le mandé un mensaje a Nicole (USA) y nunca me falla, así que nos dispusimos a salir, sin destino fijado dispuestas a seguir lo que saliera.
Por fin nos encontramos en la estación del MRT (metro), comimos unas donas de las que teníamos mucho antojo y después de ver el mapa del metro unos minutos, nos dispusimos a ir a “Shilin Night Market”, el más famoso de por acá que nos gusta mucho.
Cuando llegamos nos fuimos a un café que nos llevó nuestra maestra de chino hace tiempo que nos gustó mucho. Tienen un té verde con una crema de queso encima súper rico que nos encantó. Estando ahí, no me pude haber sentido más feliz. ¿Cuándo me iba a imaginar que estaría ahí, en Taiwán, en un café platicando con una amiga de Florida, solas al otro lado del mundo? Eso me encanta. “Quiero salir. Ok, voy a salir.” Digo, porque aquí es más fácil transportarse y hay mucho qué ver. Pero también me sentí orgullosa de que fuimos hasta allá, solas. Qué bien se siente.
A las 4 abría el night market, así que cuando fue hora, arrancamos. Caminamos mucho y ah, soy la más feliz; estoy segura de que todas mis amigas lo serían, bueno, las que les encanta comprar. Muchas cosas  muy bonitas, buenas y lo mejor de todo, baratas. Quisiera tener mucho dinero para comprar taaantas cosas tan curadas, jaja. Pero qué bueno que no, porque si no, ¿cómo me las llevo a México? jaja.
Fue un día excelente.
Cambiando de tema, el chino ahí va, hasta ahorita, lo esencial de mi vocabulario es esto, jaja:
不要, 謝謝 = No quiero, gracias.
中文? = ¿Chino? (para que me digan cómo se dice algo en chino)
什麼?= ¿Qué?
你好 = Hola
為什麼? = ¿Por qué?
那是什麼? = ¿Qué es eso?
對不起,我的中文不好 = Perdón, mi chino no es bueno.
好 = Ok/Bueno.
對 = Correcto
對不i起 = Perdón
¿Cómo la ven? jaja. Sé más, pero eso es de lo que más utilizo o que más me ayuda.
¿En qué lío me metí? Jaja. Es difícil, pero me gusta y no puedo esperar a hablarlo mejor y a poder leer algo y decir a claro, esto es “inserte cualquier cosa aquí”. Pero no vendrá todo solo, tengo que poner de mi parte y esforzarme, así podré disfrutar de la cosecha que yo misma sembré.
Veamos, ahora hablare de la semana pasada.
El viernes fui a mi segunda boda taiwanesa, edición normal. Así es, dos bodas seguidas ¡wu!
Ésta fue en un salón y todo muy bonito, más formal. La pareja me encantó, ella muy bonita y él estaba guapo. Me encantó que han viajado muchísimo (tenían a la entrada una “línea del tiempo” con fotos de ellos a lo largo de sus vidas, pero no cursi; estaba bonito). Si algún día me llego a casar, quiero que sea con alguien que le encante viajar.
Y bueno, la cena estuvo rica y esta boda también tuvo algo divertido: los novios y los amigos del novio bailaron la de “Oppa Gangman Style”; se veía que lo disfrutaban, jaja. Yme guste o no, cada que escuche esa canción, mi intercambio me vendrá a la mente.
Lo único que no me gustó, fue que la novia no se veía tan feliz como el novio, cuando normalmente, según los chistes y algunas historias de la vida real, es al revés. Pero por lo menos sí sacaba una sonrisilla de repente.
Después de la boda, me fui a casa de Laura porque mis papás iban a ir Taichung (centro de Taiwán) a ver a mi abuelo que está enfermo… Espero que se mejore.

Al día siguiente, fui a las clases de Tai Chi y resulta que soy de las seleccionadas para la presentación final. A echarle ganas, que aún me falla, pero si no me equivoco, me quedan dos clases más.

Después de la clase, salí con los intercambistas y aunque fue un día muy tranquilo, cómo me divertí platicando y vagando por Taipei. El día era frío y lleno de neblina, justo como me gustan. Ahí les dejo la imagen de cómo se veían el Taipei 101, para qué se den una idea…
 Ah, no me canso de repetir que me encanta. Tengo que disfrutar todo esto que tengo y sobre todo agradecer todas las bendiciones que tengo. Gracias a mis papás, Charlie y Mónica, por ser los mejores y darme esta oportunidad. De verdad, ¡gracias! Me encanta y soy muy feliz.
El domingo, fuimos a Neiwan y también me la pasé muy bien. Todo es súper bonito y “the old streets” son mis favoritas. Calles viejas llenas de tienditas, comidas exóticas y con mucho por recorrer.

Neiwan Old Street.
También ahí había un puente que se movía mucho cuando caminabas por él y ya se imaginarán la divertida que nos pusimos mientras lo recorríamos, caminando fuertemente de lado a lado… Lo más chistoso, fue cuando en una de esas que “movíamos” el puente, una niña toda cachetoncita y con cara de enojada/asustada nos empezó a gritar en chino, supongo que no le gustaba el movimiento, jajaja. Pero se veía tan chistosa. Pobrecita, pero nosotras no teníamos toda la culpa, que conste.

A la hora de la cena, fuimos a un restauran de comida italiana que me encantó, estaba buenísimo y como podías pedir y pedir pero el precio era igual, ya se imaginarán la atascada que nos dimos… Pero:

Después de eso, fuimos a caminar alrededor de un río que al otro lado tenía un templo y era la cosa más hermosa. Lamentablemente mi talento en fotografía no es tan bueno, pero espero que
la foto alcance mostrarles un poco de la belleza que en realidad es:

¿A poco no está hermosa la escena?

Y bueno, a todo esto sumémosle que han sido días lluviosos que me encantan y que me he podido dar cuenta quiénes son mis verdaderos amigos, a pesar de la distancia. A ustedes, si algún día leen esto: gracias. 
Ah y estoy a exactamente una semana de ser mayor de edad. ¡Qué loco! pero también qué emoción. 
Pero este tema lo dejaré para otra entrada, porque ahorita ya es muy tarde y mañana tengo clase de tai chi y después ¡a comenzar las celebraciones! Me voy a Tainan (al sur de Taiwán) con Laura (que su cumpleaños es el martes) y su familia. Cómo me encanta la vagancia, jaja. 
¡Que tengan bonito fin de semana! 

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