¡Qué dolor! Qué dolor que te quiten la muela del juicio.
Pero lo peor vino cuando se pasó la anestesia. Y ni hablar de ese dolor al intentar pasar saliva. Ni la más terrible infección en la garganta te hace competencia.
5 días de chayotes, papas y zanahorias cocidas, calda de verduras y yogurt.
¡Unos tacos, por favor!
¡Unos tacos, por favor!
Querida dentista, mi respeto para usted.
3 horas de cirugía después, la canija se dejó ver.
Usted hasta el cansancio la forzó,
y la ingrata por fin cedió.
Raíz chueca que provoca dolor
y un tamaño que requiere de atención…
Entera no podías salir
así que en pedazos tuviste que partir.
Quisiera decir que ya todo acabó,
pero tu ingrata compañera,
me espera cuando llegue la quincena.
Pero en lo que a ti respecta,
¡hasta nunca, querida muela!

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