Un blues.

Como una enorme capa vienes y cubres todo mi cuerpo. Pero no logras calentarme, sólo siento frío en mi interior.
Mis pies son dos guerreros que por más que luchan se transforman lentamente en dos bloques de hielo. Tú me hielas, me enfrías. Lo llenas todo de azul.
Dicen que te olvide, que sólo estás en mi cabeza, pero yo te siento en mi garganta, en mi corazón,  en todo mi pecho, siento cómo vas abriendo paso entre mis órganos tratando de invadir cada rincón. Te siento en todos lados, menos en mi cabeza. Me ahogo. Debo respirar, pero no me dejas.
Inhalo profundamente y exhalo con la esperanza de te vayas. Pero a cada segundo que pasa puedo sentirte escalando por mis costillas hasta mi garganta, pero te detienes. Te detengo.
No te apoderarás de mi cabeza, no, no esta vez.
Lanzo un grito sordo esperando que junto con esa furia reprimida salgas tu también, pero no te vas.
Te siento en mi estómago lanzando puñaladas sin control.
Vuelves a trepar por mi esófago; comienzo a pensar que te gustan las emociones fuertes.
Me alegra que una de las dos se esté divirtiendo.
Bebo cafeína para engañarte, para ver si así consigo que te ahogues; pero sé que sólo es temporal.
Una taza grande de café con leche te ha apaciguado, dos horas de paz. Mas empiezo a temer porque no sé a qué hora volverás.
Muy bien, debo de tomar ventaja sobre ti con este tiempo libre que me estás dando.
Oh, ¿te das cuenta? Te estoy dando el poder. No, tú no me estás dando nada. Yo encontré una forma de librarme de ti, aunque sea de manera temporal. Yo mando aquí.
No te quiero de regreso, pero puedo sentirte de nuevo, comenzando en mis intestinos. Comienzan tus puñaladas mientras te abres paso hacia mi estómago y aprietas mis pulmones tratando de subir. No, jamás entrarás en mi cabeza, porque yo sé que de ser así, no existirá salida.

Por supuesto que yo no te elegí aunque todos insisten en decir que sí.
No puedo dejar que de apoderes de mí, no otra vez. Esa época de oscuridad y grandes lagos ha quedado atrás; sólo la recuerdo de vez en cuando, tal vez con nostalgia, porque prefiero sentir eso a este vacío que provocas. Yo no soy esa oscuridad, yo no soy esas lagunas. De vez en cuando tal vez produzco riachuelos, pero es normal para cualquier ser humano. Después de todo, las lágrimas desintoxican el alma.  Pero sigo sin resolver el acertijo, ¿cómo deshacerme de ti?

Subscribe for more chismesito (updates)

Get your Sunday reading straight to your e-mail and don’t miss any updates.

Leave a comment

Subscribe for more chismesito de La Saralicia

Get chismesito (updates) about travels, life in Finland, and more straight to your e-mail.
C'mon, you know you want to.

Seguir leyendo