Nuevas ambiciones

Con todo lo que está pasando en el mundo, es difícil no cuestionarse la existencia y la “suerte” que es nacer en cierta zona geográfica.

Si yo hubiera nacido en otro país, sin duda sería distinta. ¿Mi suerte sería la misma?

Me considero muy afortunada, estoy sana, tengo un techo, comida en el refri, mi familia (nuclear) está cerca, un esposo que me ama y la libertad de vivir la vida que elijo. Puedo decir que he podido hacer con mi vida lo que he querido, y aunque en ocasiones me cuestione las decisiones y tantos cambios que he hecho por las ganas de explorar distintas realidades, no me arrepiento porque todo me ha traído al lugar donde estoy hoy.

Puedo parar y cuestionarme qué estoy haciendo y qué quiero hacer con mi vida; muchos optimistas dirán que uno siempre puede elegir cambiar, que es cuestión de perspectiva y aunque hasta cierto punto es verdad, no podemos ser ciegos ante la verdad, tu contexto determina muchas de tus posibilidades, empezando por mi pasaporte. Si yo hubiera nacido en otra parte, mis condiciones y opciones serían distintas. En definitiva nací con suerte.

Pero aún con suerte, existen las crisis. Muy naturales al llegar a otro país, uno que creo que trae otro tipo de suerte para los que nacen aquí.

No es secreto que el mercado laboral finlandés es duro para los extranjeros, sobre todo si no estás en la industria tecnológica y no hablas el idioma. No es imposible, pero tampoco es pan comido. Un reto justo, porque como dije, soy muy afortunada: siempre he tenido oportunidad en puerta, muchas veces sin buscarla, pero abierta a recibirla. Y si bien mi ser optimista manifestador me dice que aquí no tendría por qué ser diferente, tampoco puedo ignorar que aquí las cosas son distintas y se requiere de mucha paciencia porque hay mucho qué aprender para moverme como me gusta en este nuevo mundo.

Si bien ahora toca ser paciente, no puedo evitar cuestionarme el futuro laboral y ser atacada por el síndrome del impostor.

Desde la universidad comencé mi vida freelance con la fotografía y las redes sociales; la verdad es que me encanta porque me ha dado muchísima libertad y me ha permitido solventar el estilo de vida que me gusta, lo cual sé que no siempre es fácil, y estoy sumamente agradecida con la vida porque siempre he tenido oportunidades en puerta. Este año, por ejemplo, tomé una pausa de la foto y llegó la oportunidad de trabajar con dos agencias (Aperitivo Studio & The Business Program) que me permitió explorar nuevos retos y continuar con el trabajo remoto.

Sin embargo ahora tengo la oportunidad de pausar un poco para retomar los estudios y esta pausa invita a la reflexión: ¿qué he logrado hasta ahorita? ¿hacia dónde quiero apuntar las metas? ¿qué es lo que realmente quiero hacer con lo que sé y cómo puedo contribuir a que el mundo sea un poquito mejor?

Sólo una cosa tengo clara: no me gusta esa cultura de estar siempre ocupada y quiero poder llevar una vida de equilibrio.

Como freelancer/emprendedor es muy fácil caer en el constante estrés, las interminables horas de trabajo y la ambición; entre más trabajas, más dinero tienes, cuando la meta al menos para mí, es “to work smarter, not harder”. Y aclaro que me disfruto trabajar, pero también me gusta disfrutar de mis ratos libres y descansar sin culpa o el estrés de lo que me falta por hacer.

Creo esta nueva etapa viene con nuevas ambiciones: como retomar mi freelance y llevar una vida productiva a mi ritmo, uno que no sea sinónimo de siempre estar haciendo algo; el descanso también puede ser productivo. Confiar en mi proyecto, en mis habilidades y en los conocimientos que sigo desarrollando.

Pero bueno, a pesar de tantas dudas, considerando todo lo que está pasando en el mundo, la certidumbre de saber que hoy estoy a salvo, me basta. Ojalá exista un mundo donde estar a salvo no sea cuestión de suerte.


Subscribe for more chismesito (updates)

Get your Sunday reading straight to your e-mail and don’t miss any updates.

Leave a comment

Subscribe for more chismesito de La Saralicia

Get chismesito (updates) about travels, life in Finland, and more straight to your e-mail.
C'mon, you know you want to.

Seguir leyendo