Volver a empezar

Volver a empezar puede ser: una decisión, una necesidad, una consecuencia, un deseo, una pesadilla, un sueño, un lujo.

En mi caso, fue una combinación; lo que no tenía contemplado fue que lo tuviera que hacer tres veces en un periodo de tres años. Sin embargo, considerando la situación actual en el mundo, no cabe duda que sobre todo, ha sido un privilegio.

La semana pasada no hubo entrada en el blog porque no me parecía prudente con todo lo que está pasando: guerras, desastres naturales, muertes, etc. Y hoy todavía me cuesta trabajo escribir porque siento que mis crisis actuales son nada comparados a lo que está pasando, pero hoy me decidí a hacerlo para dar un espacio de descanso entre tantas malas noticias; tal vez alguien lo necesita, tal vez nos podemos acompañar en este mundo que cada vez parece más caótico.

Volver a empezar… En mi caso, como dije, ha sido un privilegio: la primera, dejé todo para empezar una vida en Finlandia porque conseguí trabajo, pero la pandemia llegó y me tuve que regresar a México, llena de miedo e incertidumbre. ¿A qué regresé? A volver a empezar, jaja.

Este año vuelvo a empezar, de nuevo en Finlandia, pero por razones distintas: una decisión y su consecuencia.

Esta vez es una decisión que viene desde el amor y la certeza de que la vida que deseo es posible en este nuevo hogar, con todos los retos que implica. Y a pesar de haber elegido volver a empezar, no deja de ser difícil, sobre todo en un lugar donde todo es distinto: el idioma, la cultura, la gente, la comida, la burocracia… Pero a final de cuentas, yo lo elegí y eso es fortuna suficiente. ¿Cuántas personas no están siendo forzadas a volver a empezar por cuestiones ajenas a ellos? La violencia, la naturaleza, los conflictos, malas gestiones, etc.

Dentro de toda la incertidumbre a la que me enfrento, estoy en un lugar seguro, física, mental y emocionalmente (aunque la depresión invernal quiera atacar las últimas dos, jaja).

A veces me acuerdo de lo desesperada que estaba durante la pandemia porque no tenía trabajo, porque no sabía qué iba a pasar, si me iba a poder quedar en Finlandia, etc. Un año después, me arrepentía de no haber disfrutado esos días sin responsabilidades (más que la de sobrevivir, jeje) porque me encontraba llenísima de trabajo.

Dos años después, estoy en un mix, ya sé que me quedo en Finlandia, pero sigo esperando que avancen algunos trámites, no estoy llenísima de trabajo, pero así lo elegí y eso me da la oportunidad de estudiar, retomar mi proyecto personal y creer en él.

Estos serán unos meses de mucha paciencia. Porque volver a empezar eso requiere: paciencia y ganar de seguir.

Viene el invierno, perfecto para la reflexión y aprovechar la calma que ahora tengo, porque en la industria de la foto y las redes sociales, suele ser muy ocupada y demandante.

Desde hacer algunos años decidí que mis propósitos de año nuevo, iban a estar orientados a cosas más generales pero orientadas a mi bienestar: tener más equilibrio, moverme más, hacer más cosas que me gustan, retomar cierto hobbie, etc.
Creo que es buen momento de revisitar y ver el avance.

Estoy ante una oportunidad de volver a empezar en muchas áreas, emocionante, abrumador y aterrador en ocasiones, jaja. Pero sigue siendo una gran fortuna por como se han dado las cosas.

Volver a empezar da miedo, pero más miedo da que las cosas sigan igual cuando te mueres por un cambio.

Nunca es tarde. ¿Te animas antes de que acabe el 2023?


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