En Finlandia hay algo que se llama “Takatalvi”, que básicamente es lo que pasa cuando te empiezas a alegrar porque parece que llega la primavera, pero la realidad te rompe el corazón porque regresa el invierno. (Taka = regreso/atrás Talvi = invierno | takatalvi = regreso del invierno, invierno de vuelta).

Y precisamente el jueves estuvo soleado (aunque a -8°C), los pájaros cantaban, la vida parecía maravillosa; pero el viernes se nubló y comenzó a nevar, al final del día todo estaba cubierto en nieve. Hoy es domingo y ha llovido todo el día. De la promesa de la primavera no queda nada, sólo el cantar de los pájaros, que en este punto no sé si dan esperanza o solamente están confundidos, jaja.

En fin. A pesar de esto, me gusta lo claras que suelen ser las estaciones en Finlandia: el otoño pinta de rojo y naranja los árboles; el invierno los deja sin hojas y todo se pinta de blanco; en primavera, escuchas los pájaros cantar y poco a poco todo florece, y por último en verano todo cobra vida.

Esta mudanza a Finlandia, hizo que cobrara todavía más consciencia sobre la influencia del clima sobre el cuerpo y los ánimos.

En lugar de poner resistencia, me sincronicé tan bien con las estaciones, que yo como los osos, me tomé el invierno para hibernar mis proyectos y reflexionar sobre lo que quiero hacer.

Luego llegó marzo, empezó a estar soleado y cuando se sentía que iniciaba la primavera, sentí también energía para retomar planes e ideas, me moví más para hacer amistades, conocer gente y salir de mi zona de confort. Me sentí como una semilla germinando, lista para salir y tomar acción.

Pero me sincronicé tan bien, que como el takatalvi finlandés, me sentí de nuevo en invierno y empecé a cuestionarme una vez más todo lo que estaba haciendo: ¿Y la foto? ¿Será que me equivoqué de carrera? ¿Cómo va el idioma? ¿Un trabajo de tiempo completo? ¿O mejor estudio una maestría? ¿O cambio de carrera? ¿Y mi proyecto de postales? ¿El blog? ¿Qué quiero? ¿Será el eclipse? Puede ser.

A veces siento que en estos 8 meses que llevo aquí no he logrado avanzar y todavía me siento en el limbo en muchas cosas, pero no es justo medir este progreso con parámetros ajenos.

La verdad es que muchas cosas han avanzado: mi nuevo hogar va tomando forma, cada vez se vuelve más cálido y disfruto mucho pasar tiempo en casa; poco a poquito voy construyendo nuevas amistades que me hacen recordar y agradecer la fortuna de las viejas amistades (amigaaaas, las extraño mucho); tengo más claridad sobre los proyectos que quiero hacer (aunque de vez en cuando me atormenten las dudas), etc.

La nieve se sigue derritiendo, ¿cuál es la prisa?

Esperaré pacientemente a que vuelva a calentar el sol, prepararé la tierra para que todas las semillas que están deseosas de salir estén listas para recibirlo.

Todo florece. Sólo toma tiempo. ¿No es esa la promesa de la primavera?

Good things take time.

¿A poco no?

Te deseo una bonita primavera, aunque se esté tomando su tiempo en llegar 🌷