Aventuras y felicidad

你好!
Sé que les tengo pendiente una entrada, pero prometo que mañana (mi mañana) la tendrán, porque ahorita ya es algo tarde y debo dormirme pronto. Pero no puedo dejar pasar la oportunidad de escribir esto, no mientras está fresco.
Hoy fue un día de lo más chistoso y fue sin querer queriendo.
Resulta que todos los martes, los intercambistas se reúnen a comer “tacos”, porque es “Taco Tuesday”.
Nicole y yo ya teníamos ganas de ir, así que hoy por fin se presentó la oportunidad. Adrián, un amigo mexicano, también intercambista, nos estaba esperando afuera de la estación, pero nos equivocamos. Dos veces. Jajaja, sí, dos. Como se nos hizo muy tarde, decidimos que mejor para la próxima (Adrián, si estás leyendo esto, perdón por hacerte esperar. ¡Te irás al cielo con todo y zapatos! Jaja).
Salimos de la estación y estaba feeeeo, jaja. Bueno, extraño, mejor dicho, así que nos regresamos, buscamos otra salida y no estaba tan mal. Vagamos un poco para explorar los alrededores, pero no había nada prometedor, así que decidimos irnos a Taipei Main Station. Llegamos y ahora a buscar el área de comida. Dimos con ella y el siguiente paso era decidir qué comer. No queríamos McDonald’s ni nada de eso, pero el precio a pagar era “no menús en inglés”, jajaja. Llegamos a un café en el que hablaban poquito, nos fuimos pero acabamos por regresar, jaja. Comimos muy rico y nos la pasamos  bien. Que por cierto, la sopa me recordó mucho a México. Ah, últimamente he extrañado México, pero no me quiero regresar, simplemente son momentos en los que digo “ah, me gustaría estar en tal lado o con tal persona”. Ya será en un 9 meses. Wow, qué rápido…
Bueno después de la cena, fuimos a un lugar de Frozen Yogurt, muuuy bueno. Y Nicole que andaba diciendo cosas sin razonar a ratos, dijo “Hm, sabe a yogurt”, en cuanto se dio cuenta, nos atacamos de la risa.
¡Pero viene lo bueno! Cuando ya nos íbamos de regreso a nuestras respectivas casas, Nicole dijo “¿A dónde vamos?” Y ya le estaba por decir que íbamos bien cuando un muchacho taiwanés se nos acercó diciendo quién sabe qué tanto en chino. Le entendíamos palabras clave, pero no lográbamos saber qué quería con exactitud. Le entendimos al principio que si habíamos comido, luego que si dónde y luego de la nada nos llevó a un mapa, nos señalaba un lugar y no le entendíamos. De repente se fue corriendo y nos dijo que esperáramos. Se fue, regresó, se fue. Nosotras no sabíamos qué pasaba, sólo nos reíamos mientras nos veíamos con cara de “¿QUÉ ESTÁ PASANDO?”. En una de esas regresó, nos siguió hablando en chino y se volvió a ir corriendo. En una de sus pasadas “tiró” su mochila contra la pared y nos acercamos a ella para que no pasara nada. Una señora se quedó ahí, viendo la mochila y nosotras nos preocupamos, porque se veía sospechosa. Incluso llegamos a pensar que nos estaban jugando una broma para la televisión o algo así, porque todo era muy extraño, jajaja. Cuando la señora estaba por abrir la mochila, el muchacho apareció y quién sabe qué le dijo. Así seguimos entre corridas y chino, cuando por fin llegó un señor que hablaba inglés y resulta que el muchacho pensó que estábamos perdidas y sólo quería ayudarnos… Jajaja, pobrecito, hubieran visto las corridas que se echó. Y rapidísimo, por cierto.
Aún nos preguntamos si era parte de una broma que fue interrumpida por el señor…
Y en otras noticias, hoy sentí que mi host mom sí me quiere. Digo, no lo dudo, pero por fin hubo un gesto que me hizo sentir como en casa. Resulta que desde ayer tengo irritados los cachetes, quién sabe por qué y hoy se me acercó, me agarró los cachetes (les juro que sentí súper bonito, porque es el único acercamiento físico que ha habido desde que llegué y nos abrazamos en el aeropuerto; a excepción de uno que otro “abrazo” para las fotos, pero no cuentan), me preguntó que qué tenía y me trajo una mascarilla. Sentí bonito, jaja.
Así que acabo el día feliz.
Ahhh, mañana cumplo dos meses aquí y aún no me la creo. Este mes se me pasó volando y sé que así serán los demás. No, no quiero. Me falta mucho por hacer y debo lograrlo. Poco a poco voy adquiriendo confianza para hablarle más a mis papás, pero me tengo que apurar, porque en diciembre ya estaré cambiando familias. Ahhhh, qué loco.
En fin, soy feliz.
Esperen la próxima entrada acerca de mi fin de semana.
Un adelanto: esgrima, paintball.

再見!


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6 responses to “Aventuras y felicidad”

  1. Lila Andrea Avatar
    Lila Andrea

    WOW!!! me encanta leer lo que escribes… aparte haces que imagine todo lo que pasaba al rededor y hasta me rio contigo 😛

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  2. Unknown Avatar

    Tu perderte ? Como crees? Si eres una brujula humana!Que suerte! Poca gente se hubiera tomado tantas molestias para ayudarlas.Sale , espero tu relato de la ida al.. GOTCHA!!

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  3. Sara Avatar
    Sara

    A mi me encanta que lo leas, me pones feliz, jaja. Gracias.Jajaja, gracias! Entonces no ando tan mal

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  4. Sara Avatar
    Sara

    Jajaja, calla. Sí, la verdad es que se portó muy lindo, aunque no entendiéramos nada. Paintball? Ok, pronto.

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  5. Unknown Avatar

    Como dice Lila, me encanta \”leerte\” porque es como leer un cuento, me imagino y rio contigo.Te queremos, pedorra!!<3

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  6. Sara Jiménez Avatar

    :')Te quiero más, apestosa ❤

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