Veamos, mucho ha ocurrido desde mi última entrada y como viene un fin de semana lleno de actividades, será mejor que los ponga al corriente de una buena vez.
¿Por dónde empezar?
Ah, son tantas cosas que quiero decir pero entre que no sé cómo acomodarlo y como son muchas, me desvío. Eso más la flojera, que la página no está funcionando co Safari y cosas que se me ocurren mientras camino por el parque, que no anoto y que se me olvidan, me vuelven loca, jaja.
Empecemos.
Estos últimos días ciertamente no han sido fáciles; tener a una mamá extremadamente honesta es difícil. Bueno, pero no fácil. Aunque le he sufrido y llorado, debo decir que sé que es algo que necesito y que debo aprender, así que aunque duela, ni modo, vienen en el paquete de la vida. Cómo no nos ponen a elegir nuestro propio paquete… O tal vez sí, pero no nos acordamos. Damn it, puede que yo me haya puesto en esto, jajaja.
La niña acostumbrada a que le digan todo lo bueno se enfrenta a una mamá que dice todo como es y las críticas no son reprimidas y le enseña a escucharlas, tomar lo bueno y desechar lo demás. Caray, hasta la mala parezco, jaja. Pero bueno, me hace falta. Sí, me hace falta escuchar más críticas y tener consciencia de que los comentarios de los demás no me definen. Diga lo que diga la gente, bueno o malo, yo tengo que saber quién soy.
Lección #1: en proceso.
¡Pero también hay lecciones divertidas!
Estos últimos días estuve saliendo más con Nicole y Laura y vaya que aprendimos cosas.
El martes nos aventuramos a ir de compras a un lugar que está considerablemente lejos de nuestro lugar de residencia, pero que supuestamente es muy barato, así que valía la pena. Al llegar ahí y después de varias horas de recorrer el lugar (hambrientas y cansadas) nos dimos cuenta de que de barato no tenía nada, jajaja. Todo carísimo porque tenían muchas cosas coreanas y lo barato, feeeeeo. Así que decidimos ir a un café. Total que de ahí fuimos a un lugar al que ya Laura había ido con su hermana porque tenían waffles y como que se nos antojaban, pero estaba caro y mejor seguimos buscando.
Encontramos el “Oui café”, un lugar cómodo y con un buen presupuesto para estudiante. Ahí comimos unos deliciosos sandwiches de pollo y cada quién tomó su respectiva bebida. Que por cierto, mi té negro de fresa con vainilla (o algo así, jaja) estaba buenísimo. Ana, si lees esto, me acordé de ti.
De ahí, queríamos algo dulce y Laura aún tenía hambre así que regresamos al lugar de los waffles, jaja.
Al principio íbamos a compartir pero luego vimos que por el tamaño no estaba mal el precio así que decidimos ordenar uno cada quien. Después de ordenar, nos salieron con que cada quien tenía que ordenar forzosamente una bebida y casi nos da el infarto, ¡estaban carísimas! Por lo menos para nuestro presupuesto. Después muy a la fuerza las ordenamos y ya ni nos comimos tan a gusto el waffle, pero qué cura agarramos, jajaja. A todo le poníamos la escusa “¡pagué por esto! Que si nos dieron un vaso de agua, a acabárnoslo porque “pagamos por eso”, que si queríamos ir a baño, etc, jajaja.
Lección #2: PREGUNTA ANTES DE SENTARTE = aprendida.
Ayer salí con Nicole y nos aventuramos a “Tamsui” un lugar bonito al que ya había ido pero que no me traía buenos recuerdos (fue el día que descompusieron mi cámara y andaba medio de malas).
Pero en fin, esa no es la historia.
Resulta que está lejísimos, tenemos que ir a la mitad de la línea azul, cambiar a la roja y luego ir hasta el final (sé que no la conocen, pero es lejos, más de una hora, jaja). Total que estábamos sentadas muy a gusto y en una de las paradas, casi al final, todos se bajan. Todos. No sabíamos qué pasaba, así que nos quedamos. Tardó mucho en irse, por lo que me puse de paranóica a preguntarle a Nicole, jaja; cuando por fin se cerraron y vi cuál era la estación le pregunto a Nicole:
S: ¿Cuál es la siguiente estación?
N: *inserte nombre aquí*
S: vamos de reversa o__o
N: o_o
Jajajaja, y en eso nos empezamos a mover en reversa.
En la siguiente estación nos bajamos y empezamos a ver el mapa para ver qué onda y ya con eso descubrimos unas cosillas y todo se aclaró. También un taiwanés que estaba ahí muy lindo nos preguntó que si necesitábamos ayuda y ya nos dijo que en el siguiente sí llegábamos a nuestro destino.
Lección #3: Si estás en un país extranjero y TODOS se bajan, tal vez sería mejor que tú también = ¿aprendida? jaja
En fin han sido días difíciles, pero también han sido días muy divertidos con todo y sus lecciones.
Me espera un buen fin de semana que pinta bien, lleno de actividades y esta semana no estuvo nada mal.
El parque sigue siendo mi “rincón” de felicidad y sé que si voy, regresaré más feliz después de hacer ejercicio un rato (que ayuda mucho a sentirte feliz, por cierto) y hablar conmigo misma durante un buen tiempo. Todo va bien.

Por cierto, después de día y medio de tormento, todo fue mejor de lo que esperaba; cuando le enseñé el plato a mi mamá (porque por accidente hace día y medio lo tiré y lo rompí) me dijo que ok, que tuviera cuidado y lo pusiera en la basura. Jajaja.
Después de eso algo me dijo de que qué bueno que dije la verdad, que era lo importante y todo fue bien el resto de la tarde/noche. Me animé a preguntar más cosas y platicamos un poco más. Espero que todo vuelva a ser como al principio que era tan feliz. De todos modos, sé que ella será una gran maestra de vida, me guste o no.
En fin, el tormento terminó y el plato ya está en la basura.
Por cierto, me acabo de dar cuenta de que hoy cumplo 5 meses aquí.
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